En especial la piel la deja de maravilla.
He resucitado mis gazelle vintage y ya por eso merece la pena este Jason Markk que tanto me costó conseguir (compre la cajita limitada en Recon este verano en NY y me despiste y lo lleve en el bolso de mano en el aeropuerto de LaGuardia y me lo tiraron, finalmente una amiga me consiguio otro bote en SF).
Comprobar el resultado vosotros mismos.





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